No imaginé que fuera a ser tan fiel a lo que escribí en mi primer post. Pues bien, llámese falta de imaginación o falta de improvisación; o bien rectitud y palabra, después de hablar de peli, toca hablar de amigo.
Vicente Navarro es un imputado del accidente del Yak-44, pero mi amigo es otro que se llama igual: Vicente Navarro. Fuimos compañeros en la Facultad de Bellas Artes y somos amigos desde el primer curso. Enseguida congeniamos, a pesar de ser medio murciano (mi tatarabuela era murciana entera y nunca tuvimos ningún problema). A parte de eso Vicente es una auténtica base de datos relacionados con el cine y la televisión, mucho más que cualquier persona que conozca. Además es generoso, pues comparte todo lo que sabe con todos los que no sabemos y es cierto que le debo muchas de las cosas que he aprendido en los últimos años: desde una colección de más de 200 películas a la realización de algunos trabajos cinematográficos. Mención a parte de las decenas de proyectos que propone al año, unos con éxito y otros sin él.
Vicente Navarro es un imputado del accidente del Yak-44, pero mi amigo es otro que se llama igual: Vicente Navarro. Fuimos compañeros en la Facultad de Bellas Artes y somos amigos desde el primer curso. Enseguida congeniamos, a pesar de ser medio murciano (mi tatarabuela era murciana entera y nunca tuvimos ningún problema). A parte de eso Vicente es una auténtica base de datos relacionados con el cine y la televisión, mucho más que cualquier persona que conozca. Además es generoso, pues comparte todo lo que sabe con todos los que no sabemos y es cierto que le debo muchas de las cosas que he aprendido en los últimos años: desde una colección de más de 200 películas a la realización de algunos trabajos cinematográficos. Mención a parte de las decenas de proyectos que propone al año, unos con éxito y otros sin él.
Pero hoy hablo de él por una razón:
Su blog. Si visitáis www.conmuchacultura.blogspot.com encontraréis información que yo jamás os podré dar. Se habla de estrenos, rarezas, cine de animación, cómics, serie b, contracultura, series web, videojuegos , gore y hasta un poco de música. Es un blog que está muy bien, lleno de vídeos interesantes, carteles de películas, fotografías y, como digo, mucha información curiosa.
Por otra parte podéis acceder a su blog personal (www.autorimaginario.blogspot.com), lleno también de referencias pero de caracter más autobiográfico. Tiene su interés por varias cosas. Una de ellas es leer sus diarios de rodaje. Vicente hace algo más de dos años se embarcó en el proyecto de rodar un largometraje de bajísimo presupuesto. Con su dinero y su situación habría sido más normal rodar un cortometraje; pero no, por algo es de la Vega Baja y rodó un largo (además de incitarme a mí a rodar otro, que sólo fue mediometraje porque soy de más al norte). Su atrevimiento le costó muy caro en cuanto a términos económicos, pero a mi juicio fue una gran inversión desde el punto de vista del aprendizaje de la técnica, la narración y el ritmo... Pero sobre todo desde el punto de vista antropológico. Os prometo que es muy curioso leer cómo un equipo amateur enfoca un rodaje (si es que enfoca), y mucho más curioso cómo trata un director amateur de sacar partido de tal equipo, sinónimo de incompetencia. No os cuento más acerca de aquel rodaje, que viví en primera persona, pues sus textos dejan a las claras una de las claves de todo principiante: querer hacer cine, o bien querer estar en el cine (entiéndase industria). El largometraje en cuestión se llama Efecto Coyote, nunca llegó a estrenarse (a pesar de reunir a alguna cara conocida del cine español) ni tampoco a distribuirse, pero su fantasma es el fantasma que vaga por el subsuelo de la cinematografía y al que todos, en nuestras distintas disciplinas, estamos alguna vez expuestos.
Suerte.
Por otra parte podéis acceder a su blog personal (www.autorimaginario.blogspot.com), lleno también de referencias pero de caracter más autobiográfico. Tiene su interés por varias cosas. Una de ellas es leer sus diarios de rodaje. Vicente hace algo más de dos años se embarcó en el proyecto de rodar un largometraje de bajísimo presupuesto. Con su dinero y su situación habría sido más normal rodar un cortometraje; pero no, por algo es de la Vega Baja y rodó un largo (además de incitarme a mí a rodar otro, que sólo fue mediometraje porque soy de más al norte). Su atrevimiento le costó muy caro en cuanto a términos económicos, pero a mi juicio fue una gran inversión desde el punto de vista del aprendizaje de la técnica, la narración y el ritmo... Pero sobre todo desde el punto de vista antropológico. Os prometo que es muy curioso leer cómo un equipo amateur enfoca un rodaje (si es que enfoca), y mucho más curioso cómo trata un director amateur de sacar partido de tal equipo, sinónimo de incompetencia. No os cuento más acerca de aquel rodaje, que viví en primera persona, pues sus textos dejan a las claras una de las claves de todo principiante: querer hacer cine, o bien querer estar en el cine (entiéndase industria). El largometraje en cuestión se llama Efecto Coyote, nunca llegó a estrenarse (a pesar de reunir a alguna cara conocida del cine español) ni tampoco a distribuirse, pero su fantasma es el fantasma que vaga por el subsuelo de la cinematografía y al que todos, en nuestras distintas disciplinas, estamos alguna vez expuestos.
Suerte.

0 comentarios:
Publicar un comentario